De la invasión de nuestro espacio aéreo

Ahora que aviones “Global Hawk” sobrevuelan nuestro espacio aéreo me he planteado dos preguntas. Una, con visos nostálgicos: 1) ¿Qué diría de esto el Gral. Cárdenas que tan férreamente se opuso a la instauración de bases militares estadounidenses en nuestro país cuando acaecieron los archi conocidos eventos que llevaron a México a participar en la SGM en el año de 1942? Otra, de tintes conjeturales: 2) ¿Qué utilidad reportará a EUA un conocimiento así de estratégico de nuestros aires, nuestras rutas aéreas, nuestros enclaves más vulnerables y los menos?

Hago una lectura de esta maniobra estadounidense más allá de los intereses que tienen sobre nuestros recursos. Y si lo hago así es por una sencilla razón, no es necesario el sobrevuelo a nuestro espacio aéreo para quedarse con nuestro petróleo o nuestras minas, con nuestros mantos acuíferos o con cualquier recurso natural localizado en nuestras tierras. No, para ello EUA ya cuenta con nuestros legisladores que –salvo casos excepcionales- con ardor y celeridad se dedican a sancionar las leyes por las cuales la entrega de la última gota de nuestros recursos a los inversionistas nacionales o extranjeros se lleva a cabo en forma expedita y sin mayores respingos que los de los locos estos que atribuimos al neoliberalismo la ruina del mundo. Y también la llamada guerra contra el narco -por EUA promovida-, grandes y fructíferos servicios le ha brindado al vecino del Norte en la satisfacción de esa meta [no es que al decir estas cosas, desestime yo el valor de las protestas sociales de todos aquellos activistas que de alguna u otra forma se manifiestan en contra de estos sucesos. Pero la verdad es que por muchas razones de -índole sociológica, quizá- todo este activismo poquísima mella hace sobre las intenciones de quienes toman decisiones que operan y repercuten a nivel mundial].

Regreso.

Al parecer, las potencias mundiales –que, al final, trabajan para las multinacionales y la banca- están comenzando a calentar sus motores y afilar sus garras por un último reparto de los recursos del planeta. Tal vez la invasión a Irán* por tanto tiempo anunciada tenga su sucedáneo –o su preludio- en lo que está ocurriendo en Libia y, en general, en los países árabes (ya fue anunciada hace  varios días una extensión a la zona de exclusión aérea y no sé si China –que recibe petróleo de Libia y que pudo vetar la resolución 1973 el 19 de marzo mismo- pueda ahora hacer presión al interior del Consejo de Seguridad de la ONU –la suficiente- como para que termine esta guerra). Por otra parte, no es de envergadura menor –por sus posibles repercusiones- la confusión que suma a este evento los ataques israelíes a la franja de Gaza que se han suscitado estos últimos días, escalonándose.

Supongo que nos está tocando ver la reconfiguración del mapa geopolítico como parte de esto que se ha dado en llamar Nuevo Orden Mundial (NOM) que cuaja en las globalizaciones económica y financiera, en las nuevas formas de comunicación de masas como resultado del desarrollo tecnológico y, muy especialmente, en la consolidación de bloques regionales que compiten entre sí por los recursos disponibles.

En realidad, el sobrevuelo de nuestro espacio aéreo y la intervención que so pretexto de ayudar a México a combatir el narco lleva a cabo EUA tiene que leerse con ese conocimiento en la cabeza: sí, es quedarse con México como protectorado y con sus recursos, pero se trata también de los primeros pasos –ya menos disimulados- hacia la integración de los tres países del Norte (México, Canadá y EUA) en una región común, en un corredor comercial y de seguridad. Sobre todo, eso, porque el corredor de libre tránsito de personas que uno esperaría ver aledaño al comercial no creo que esté en los planes ni figure en los acuerdos agendados por la ASPAN (Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte). Por cierto, un buen ejemplo de esta integración comercial que es ya una realidad, está en “Port to Plains”. Véase.

México, a manos de políticos cerriles e inescrupulosos (apátridas para ser claros), ha entregado soberanía y recursos en diversos períodos de nuestra Historia. México es un país rico en recursos, en extensión territorial, en litorales, en biodiversidad y ello en parte explica que sea el segundo socio comercial en importancia para EUA, además de su tercer abastecedor de petróleo, por ejemplo. México ha sido, como lo fue en su momento para la corona española, una rica veta en recursos para dicho país: acuíferos**, mineros***, energéticos, etcétera. Por eso, por ejemplo –y allí está colgado en mi sidebar algún vídeo del periodista Rubén Luengas dedicando un reportaje a este hecho-, la elección de 2006 fue una elección tan peleada, tan monitoreada por prensa internacional y tan fraudulenta: no nada más estaba en juego el modelo de nación para los siguientes seis años, estaban también en juego la seguridad energética de EUA –Halliburton- y su hegemonía como parte integrante –ya- de la ASPAN: los actuales sobrevuelos de los “Global Hawk” en nuestro espacio aéreo no son sino la forma que, en la práctica, toman los acuerdos pactados por Fox en marzo de 2005 en Waco Texas (el TLC-plus o ASPAN)

Estamos pues, muy claramente, en los albores o, quizá, en los estertores de una nueva reconfiguración geopolítica del mapa global, de esto que se ha dado en llamar nuevo orden mundial. Un nuevo orden que, cabe aclarar, no precisa de logias Illuminati ni de reptilianos; con reuniones del Consejo de Seguridad de la ONU a plena luz del día -cuyas decisiones son cableadas a diversas agencias noticiosas del mundo y dadas a conocer a sus habitantes, en segundos- es más que suficiente. Un nuevo orden mundial –la globalización- por el que, repito, los recursos energéticos, mineros, naturales, son motivo de codicia entre diversas naciones y los intereses que éstas representan.

Particularmente, dicho reparto me tendría sin cuidado a no ser porque para que unas naciones se alimenten de los recursos de otras se pauperiza a humanos, se los asesina de hambre y de enfermedad, se los engaña, se los enajena, se los usa –además- como esclavo-alimento de la maquinaria ésta [quiera ser que los esclavo-alimento por lo menos a voluntad se sometan, que decidan prestar sus servicios a tan protervos fines con tal de recibir un salario, hornito de microondas, cuenta de Afore, canjeo de vales de despensa por latas de Walmart´s, laptop, blackberry, Hyundai, pantallitas de plasma y todo el kit completo porque si ni siquiera en eso opera su voluntad (diré “nuestra voluntad” porque alguna vez me ha tocado ser esclavo-alimento), entonces, estaría yo subestimándoles con suma injusticia].

Una descripción del mundo en apariencia fatalista, de ligeros visos orwellianos, parece atravesar esta mini reflexión. Pero no. Soy alguien que cree o quiere creer en la libertad del individuo y es por esa razón –justo por ella- que me atrevo a escribir –y postear- estos textos: porque soy libre y no quiero que las cosas sean así ni para mí ni para cualquier otro individuo a quien, potencialmente, podrían dañar o le dañan. Extiendo esta idea. Si en los anteriores párrafos he dejado de lado las cuestiones socio-históricas y, aun, antropológicas, por las que México ha vivido largo tiempo bajo la sombra de EUA, no ha sido por pretender quitar responsabilidades a los mexicanos de nuestro destino como pueblo. Cualquiera que me lea a lo largo de mis posts, verá cómo no me sujeto a determinismos históricos, cómo para mí –a fin de cuentas- interpretar mi realidad tiene como fin, necesariamente, la intención de transformarla (sonaré soberbia, pero llegué a esta conclusión sin Marx**** aun habiéndole leído: por diversas influencias y deducciones puede uno llegar a razonamientos obvios).

Dejo este vídeo con una intervención de Jaime Cárdenas -en la cámara- en la que exige una denuncia penal contra Felipe Calderón por la traición a la patria que constituye la violación de nuestro espacio aéreo, "solicitada" por el propio gobierno calderonista:


* Léase, desestabilización de las naciones islámicas (balcanización –aquí- o cualquier otro proceso que culminaría en la pérdida de independencia y subordinación al NOM de ciertos países de la zona).

** Aun para trasnacionales españolas que, por ejemplo, han hecho de “Aguas de Saltillo” (aquí), “Aguas de Barcelona”, o que contribuyen -junto a los mexicanos- en el daño a manglares de la Riviera Maya (aquí).

*** No por nada la muerte de Beatriz Cariño.


**** Valoro la interpretación de la Historia que hace dicho pensador; incluso gusto de revisar la historia de las ideas del pensamiento liberal porque, en general, tiendo a apreciar muchísimo el pensamiento, las ideas.

5 comentarios:

    Indaden el espacio aéreo, pero sobre todo, invaden y violentan nuestro espacio personal. Invaden nuestros pensamientos y los manejan a su antojo, invaden nuestras emociones, invaden nuestras relaciones con el otro, lo invaden todo. Cada vez queda menos espacio para la libertad tanto a escala mundial como individual.
    Un saludo.

     

    Mexico, colonizado y militarizado por subsuelo, tierra, mar, submar y aire. Que nada se escape al control de la gran dictadura.
    La marcha hacia la autoaniquilación del capitalismo es tan grande que ideas y valores hasta hace poco enarbolados por la derecha, como familia, tradiciones, etc, deben ser defendidos también por la izquierda. Uno de ellos es éste del patriotismo. Es increíble que deba ser la gente de izquierda la que defienda hoy la soberanía y la dignidad nacional mexicanas.
    Gracias por esta crónica, Eleutheria.

     

    En primer lugar Raúl, quiero decir que comprendo a cabalidad tus palabras y que creo que ellas significan, además, emociones tuyas, malestares. Por eso pienso que es bien valiente que digas lo que dices.

    En segundo lugar, creo contigo que nos son impuestos modos de ser, de actuar, de pensar y anhelar, incluso de creer. Los lugares disponibles para laborar, estudiar, aprender, socializar, son los que en su evolución histórica conocemos y en el trecho final de esa evolución están imbuidos por esa mediocre forma del nihilismo pasivo llamada hedonismo. O sea, una de las formas con que esta filosofía barata de capitalistas (el posmodernismo) ha empalado al hombre: todo conocimiento, toda moral es igualmente válida porque emana de ti, de ti que eres tú y tus circunstancias y que no puedes, ergo, objetivamente analizar nada. De modo que –recitan-, si no hay supremacía de ninguna valoración sobre otra, elige aquella que mejor se acomode a tus placenteras circunstancias, es decir, percátate ya de una cosa: desde tu subjetividad aprehendes al mundo y es lógico –y casi inevitable- que a ésta favorezcas en tus interpretaciones y en tu voluntariedad. Entonces, ¿qué otra cosa a más de su satisfacción anestésica puede ser el mejor criterio para tratarla? Es la sustitución de la cooperación solidaria, del amor pleno, del respeto y de la lealtad por un yo convulsionado rebosante de sí mismo, de sus dramas personales, de sus angustias. Por eso, lugares como el Twitter, el Facebook o estos mismos blogs prosperan tanto, prima en ellos un yo asqueado, nauseabundo, excesivo de sí. Pero la gran paradoja es que ese yo no es el yo libre que a sí mismo se concibe (dismorfofobia de la psique), pocas veces autónomo, crítico y –menos- subversivo. No. Es el yo del hombre-masa, domesticado, condicionado como los perritos de Pavlov a actuar de acuerdo a ciertos cánones preestablecidos y siempre esperando su cuota de aceptación por parte de la manada. Y, cuidado, cuidado y te me salgas tantito de los esquemas de conducta esperados porque si lo haces, eres un rarito, poco más que un inhábil social, un amargado, outsider, conspiracionista, un alguien con las almas oscuras, alguien que seguramente proyecta sus fracasos personales en esta ideología tan buena que es el liberalismo o- timoratez- la social democracia. En fin, injurias y balbuceos.

    Por fortuna, quedan y siguen emergiendo seres que lejos están de esta locura, de esta estupidez mórbida y que, además, cuentan con la honestidad suficiente –y los ovarios- para reconocer el malestar. Creo que en América Latina todavía estamos muy a tiempo de sustraernos al desencanto y al vacío salvo que se insista –como se insiste en México- a seguir neciamente adoptando la cooltura gabacha (acá cuando decimos gabacho queremos decir gringo y no francés). Creo que en España y en toda Europa la sensación de nulidad es todavía más honda; lo he palpado ahora que visito tan asiduamente blogs españoles.

    Saludos combativos y muchas gracias por venir y comentar.

    PD. Me disculpo por tanta palabrería. No he querido ni podido evitarlo. Ya no me quiero callar, ni precaverme. A mí, por ser innecesariamente untuosa y educada, se me confunde a veces con idiota.

     

    Muchas gracias Dizdira por tu solidaridad.

    Por otra parte, en verdad es paradójico eso que señalas. Ya todos más o menos recordamos la persecución de que fueran objeto los socialdemócratas a manos de nacionalsocialistas durante el tercer reich -y aun antes- y recordamos a la iconoclasia socialdemócrata ávida de derrumbar viejos arquetipos (familia, tribu, patria). Quizá por eso y, para serte honesta, a pesar de tener yo ideas de izquierdista tiendo a rechazar tales epítetos. Mientras la lógica común del amor y sentido de justicia por lo humano nos conglomere, la ideología como etiqueta sale sobrando. Eso sí, no sobra como pensamiento (por eso admiro mucho tu adscripción al marxismo). Aunque, ya si se me pregunta, hay una palabra que me gusta más para autodefinirme y ésta es revolucionaria :P

    En cuanto al nacionalismo en particular.

    Defiendo y acojo el nacionalismo humanista planteado y practicado por Lázaro Cárdenas y pienso que el nacionalismo, en general, ha sido en exceso satanizado como resultado de los acontecimientos de la segunda guerra y que ello, en parte, ha favorecido el debilitamiento del Estado benefactor (keynesiano y, a fin de cuentas, capitalista) en aras de la imposición de valores multinacionales (la globalización). Adoro la idea de un mundo sin fronteras, sin visas, sin propietarios, pero a estos nacionalismos bien entendidos los veo como defensa provisional en tanto se da el abandono a la geopolítica.

    Y es verdad que ha sido la izquierda mexicana –Jaime Cárdenas además de ser un diputado honesto y un hombre brillante es un izquierdista de estirpe- la que ha salido a defender a la patria (patria que es como decir tribu, familia, pueblo, tierra, el colectivo).

    Te dejo un saludo.

    PD. Ahora que hablas del autoaniquilamiento del capitalismo, te paso este link a un estupendo artículo de Alfredo Jalife, muy en esa vertiente. Y el pie de foto creo que es en mofa.

    http://www.jornada.unam.mx/2011/03/30/index.php?section=opinion&article=024o1pol

     

    Corrección:

    Es su tercer abastecedor, no el segundo; lo tomo de aquí:

    http://eleconomista.com.mx/industria-global/2010/01/12/mexico-tercer-abastecedor-petrolero-eu

     

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